Conoce la historia del Colegio de las Vizcaínas
08/01/2015
Compártelo en las redes sociales
Esta es la primera de cinco partes de la serie dedicada a los galardonados del Reconocimiento al Compromiso con los Demás 2014
El Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas, conocido coloquialmentecomo Colegio de las Vizcaínas, es una institución educativa ubicada en el centro de la Ciudad de México. Tiene más de 700 alumnos en diferentes niveles, desde preescolar hasta preparatoria, y su misión actual es impartir una educación integral por medio del desarrollo de valores. Más allá de la importancia y lugar que tiene en el siglo XXI, el principal valor del Colegio de la Vizcaínas radica en su impresionante historia, iniciada en el siglo XVII hasta la actualidad. A mediados del siglo XVII, tres miembros de la Cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu, Manuel de Aldaco, Ambrosio de Meave y Francisco de Echeveste, se reunieron en la capital de la entonces Nueva España. La Cofradía fue una asociación de vascos dedicados a realizar obras de beneficencia, como pagar la dote de huérfanas para el matrimonio o la profesión religiosa y ayuda a viudas, entre otras. En 1732, Aldaco, de Meave y Echeveste, sensibilizados al desamparo y falta de educación que sufrían miles de mujeres en la Nueva España, fundaron el Real Colegio de San Ignacio de Loyola con dos propósitos: auxiliar a mujeres desvalidas y convertirse un centro educativo. En una época en la cual la instrucción a niñas y jóvenes se limitaba a los conventos de clausura y escuelas populares con profesores sin título, ni preparación, nace la primera institución genuinamente preocupada por ofrecer educación de calidad a mujeres. A pesar de ofrecer una educación laica con valores católicos, el propósito de los fundadores fue crear una escuela independiente tanto del Estado, como de la Iglesia. Tomó más de veinte años construir el edificio de la institución y los fundadores tuvieron que librar una serie de obstáculos significativa para poder mantener su propósito original y construir un faro de saber para mujeres. Finalmente, sus esfuerzos rindieron frutos y el 9 de septiembre de 1767 el Colegio abrió sus puertas, administrado por un patronato de miembros de la comunidad vasca en México. Hoy en día, el Colegio de las Vizcaínas sigue con la misma encomienda que hace casi tres siglos. Ha adoptado la forma jurídica de institución de asistencia privada y ahora también tiene alumnos varones. Su propuesta curricular toma como punto de partida la aplicación de conocimientos prácticos a través de habilidades físicas e intelectuales Bajo una perspectiva global de la persona, ofrece una formación integral de las capacidades cognitivas, psicomotrices y afectivas de sus alumnos. Adicionalmente, el Colegio ha creado el Insitito Bidea Izartu (“llenar de estrellas el camino” en vasco) para apoyar a mujeres y sus familias a reconocer sus propios valores y derechos en los ámbitos personal, familiar, social y físico; además de brindar atención psicológica, médica y legal. El Colegio también ha participado en el programa Emalur (“mujer de la tierra” en vasco) para capacitar a docentes de una zona en Veracruz y mejorar la infraestructura arquitectónica de sus escuelas. Centro educativo, museo y archivo histórico, el Colegio de las Vizcaínas es un eslabón fundamental en la historia de equidad de género e impulso del desarrollo de las mujeres en México. Bajo la dirección del actual patronato, sus alumnos, docentes y personal administrativo, tienen hoy, como desde hace tres siglos, la inmensa encomienda de pasarlo a futuras generación para impulsar la educación, igualdad y superación de mexicanas y mexicanos.
HacesFalta Cemefi
Compártelo en las redes sociales
Este post no admite comentarios