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Servitje de Mariscal, un Pilar para la Cruz Roja

23/06/2003

Una voluntaria ejemplar

La Presidenta del Consejo Directivo del organismo de asistencia médica comparte sus experiencias tras 35 años de pertenecer a la institución.


La donación de tiempo y talento de manera voluntaria representa el compromiso de miles de mexicanos por contribuir a contrarrestar problemas de manera desinteresada. Casos ejemplares de servicio a favor de los demás a través de instituciones de asistencia forman parte de una cultura de participación ciudadana, ejemplo de lo anterior es la larga trayectoria de Pilar Servitje de Mariscal, quien en el marco del Día del Socorrista fue reconocida por sus 35 años de servicio en la Cruz Roja Mexicana.

En entrevista para el periódico La Jornada, Servitje recordó: "en 1968 era yo voluntaria en Cruz Roja Mexicana. Era enfermera adscrita a la sala de terapia intensiva y nos tocó atender a todos los civiles heridos de la masacre de Tlatelolco.

"Fue impresionante. Esa noche atendimos a centenares. Llegaban y llegaban y no nos dábamos a vasto. Lo que más me impactó es que muchos era gente que pasaba por ahí; por ejemplo, me acuerdo de una muchacha que resultó herida, y me decía que ella sólo había salido a comprar pan, pero en la persecución de los estudiantes, ella resultó herida. Llegaron muchos heridos de metralleta, y no podíamos hacer mucho por ellos, no estábamos preparados para atender a heridos de guerra”, expresó.

"El sentimiento que me quedó de ese día, que no se olvida, es que muchas veces no pudimos hacer nada por ellos, fue muy impactante, pero carecíamos de experiencia en atender a heridos de guerra. Trabajamos días completos y recuerdo que toda la manzana donde se ubica la Cruz Roja fue cercada por granaderos. Teníamos las listas de desaparecidos, de heridos y de los que estaban en el Campo Militar Número Uno".

"Lo impactante de recibir a cientos de heridos que no tuvieron nada que ver con los estudiantes, eran trabajadores, amas de casa, personas que sólo pasaron por ahí".

Recordando otra experiencia, en el caso San Juanico: inicialmente "no los recibíamos aquí por falta de infraestructura, pero aquí, en el hospital Central de Cruz Roja se les proporcionó cirugía reconstructiva".

En los sismos de 1985 "nos traían de todo, tuvimos que duplicar la capacidad con catres en el piso. Cruz Roja Americana financió un programa de prótesis y rehabilitación que se mantuvo 10 años para afectados por los sismos”.

Con 35 años en la Cruz Roja, primero como enfermera voluntaria, ahora con Presidenta del Consejo Directivo de Cruz Roja Mexicana, Pilar Servitje ha dado muestra de que las experiencias son para crecer, “he sufrido los descalabros de la institución, pero aquí estoy, ayudando en lo que se puede".

HacesFalta Cemefi

 

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