Reto 1 en el voluntariado "Incentivar la adecuada medición del imparto del voluntariado"
31/01/2022
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RETO 1: Incentivar la adecuada medición del imparto del voluntariado:
Ir más allá de las variables que tradicionalmente se miden.
Hoy en día no hay una forma de medición estandarizada para la parte cualitativa del voluntariado, específicamente para los indicadores socio-emocionales; es muy abstracta y particular. Si bien sí hay una mirada desde lo que la empresa u organización dedica en cuanto a recursos (horas de capacitación, número de donaciones, número de voluntarios), no se mide necesariamente qué sucede a raíz de estas intervenciones. Las organizaciones requieren homogeneizar el lenguaje para alinear expectativas de cómo alcanzar el impacto del que todos hablan, de manera que se tenga información precisa sobre el retorno de inversión social, en primer lugar; e información sobre la rentabilidad del voluntariado para la empresa. En este sentido, se sugirió hacer uso de herramientas accesibles online que permitan auto-evaluaciones para voluntarios y organizaciones para poder tener data tratable y se puedan comparar experiencias. Las entrevistas a profundidad podrían ser una buena técnica para obtener más información en esta línea.
Entender que cada contexto tiene un protocolo de medición único.
Más que aunar esfuerzos por sistematizar la medición del impacto, debemos visibilizar quién interviene dónde y en qué para así poder complementarse. Hay que dejar de medir por medir, considerando que hay intervenciones que impactan por sí mismas. La gran mayoría de intervenciones de voluntariado son tácticas y de generación de cultura, mas no necesariamente impactan en la solución de un problema social. Existen diferentes agendas que buscan distintas cosas del voluntariado, y cada una mide lo que le interesa; no necesariamente hay una correlación o coordinación a nivel país entre todas las organizaciones involucradas. Considerando que cada contexto tiene sus particularidades, se sugirió la idea de elaborar herramientas de medición e indicadores con los propios beneficiarios de los programas de voluntariado, en donde sean ellos quienes validen el valor de las soluciones y/o soporte a sus necesidades.
Desarrollar protocolos de medición adecuados y sostenibles en el tiempo.
Muchas veces se toman las mediciones de la actividad, pero no necesariamente qué es lo que sucede en la comunidad; faltan rutas para realizar seguimiento. En este marco, es muy importante ejecutar un trabajo conjunto para crear y validar métricas que sean realmente útiles, alcanzables y representativas; empoderando a las comunidades a participar de este proceso. Los nuevos protocolos de medición podrían enmarcarse en los compromisos de la Agenda 2030, realizando la convocatoria de actores sociales, privados y gubernamentales para pensar los protocolos e indicadores para la medición. Estos deberían contenerse en un catastro regional que dicte guías para medir según las características particulares de cada proyecto o programa.
Una reflexión elaborada por 98 representantes de 20 países.
HacesFalta Cemefi
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