Carlos Alberto Sánchez ¡Más que un pequeño Rey Mago!
03/01/2005
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Conozca la labor de un voluntario muy especial, Carlos Alberto Sánchez Correa, con 10 años de edad.
En días pasados, cobijados por las fiestas decembrinas, pudimos conocer a una persona que, aunque con poco tiempo de experiencia, ya es un gran voluntario. Su nombre es Carlos Alberto Sánchez Correa. Tiene diez años, cumplidos el 28 de septiembre pasado. Es un niño como cualquier otro, a quien le gusta mucho el futbol soccer y jugar en su computadora; lleno de proyectos e ilusiones. Se nota en su voz, cuando relata la inmensa labor que llevó a cabo para festejar con niños de escasos recursos una posada en la organización “Derechos Humanos de los Niños y la Mujer”, el 14 de diciembre.Predicando con el ejemplo… Todo comenzó cuando Alberto y su familia se enteraron de que había suficientes piñatas para realizar una posada con cientos de menores, pero no tenían dulces para llenarlas. Lo supieron porque su madrina, Irma, también es voluntaria. “Mi mamá me dijo que iba a ayudar - nos comentó Carlos Alberto - mi papá me paga cuando le ayudo, entonces yo pensé que quería donar algo, y se me ocurrió que dulces”. Entonces, tomó la decisión de juntar dinero de sus domingos y de lo que su papá le paga trabajando en su taller mecánico. Porque, en sus vacaciones y días libres, Carlos ayuda a su papá, Alberto Sánchez, a contestar el teléfono, va por refacciones, y atiende a sus clientes entre otras cosas. “Algunas veces vendo en el taller dulces, galletas. Recaudo dinero. Ese dinero lo metí en una alcancía y de ahí se lo di a mi mamá”, nos dijo. Así fue como reunió suficientes fondos para comprar 25 kilos de dulces. Su mamá, Martha Patricia Correa, también se puso las pilas y ayudó a su pequeño. Ella nos comentó: - “A Carlos se le trata de hablar con la verdad siempre, porque la vida no es color de rosa. Hay que enseñarle siempre la verdad, aunque sea un poco cruel. Que el aprenda que tienen que ayudar. En el mundo no estamos solos como para decir que no nos importa lo que sucede.” Pidiendo ayuda entre los clientes del taller y entre familiares, madre e hijo lograron abastecerse de mostaza, pan, salchichas, papas y refrescos para ofrecerles a más de 650 menores hot dogs y refrescos.Un día trascendente… El 14 de diciembre llegaron por la mañana al festejo. Carlos no quiso irse de inmediato a jugar con sus nuevos amigos. Prefirió ayudar “en lo que hiciera falta”. Así que, junto con otras 20 personas, atendió a los invitados. Más tarde tendría tiempo de jugar futbol con ellos. Su papá también colaboró friendo las papas y sirviendo los platos. En un tono serio, pero satisfecho, el pequeño, que tiene dos hermanos mayores, comentó a Hacesfalta, que el haber colaborado le dio “Felicidad porque ellos no tienen recursos, pero nosotros si tenemos para dárselos”. También invitó a la gente que lee la página a que ayude a los niños que menos tienen, no solo en estas fechas, en este día de reyes, sino todo el año. Tere Zorrilla, directora de la fundación “Dibujando un Mañana”, que también apoyó con bolsitas para los dulces, fue quien nos presentó al pequeño, quien también disfruta de jugar con su perrito Nicolás y de cantar. Para el evento, también se consiguieron cobijas, tenis y suéteres para a todos esos niños que ahora cuentan con la posibilidad de estudiar, gracias a la ayuda del voluntariado.Un futuro para todos… Carlos cursa el quinto grado de primaria. La materia que más le gusta es ciencias naturales, y nos explicó por qué “tengo contacto con los animales y me gusta todo lo que enseñan, como las partes del cuerpo humano, etc.” Cuando sea grande le gustaría estudiar para mecánico de aviones. Pero el haber sido partícipe de esta experiencia lo motiva a pensar en un futuro más inmediato, como voluntario. - “Le quiero ayudar a mi papá porque el también ayudo a freír papas. Para otros eventos quiero cocinar, servir, refrescos, preparar la comida. Quiero vender más galletas y dulces y seguir trabajando con mi papá, para ayudar a mis amigos de Xilotepec, Estado de México” Sus abuelitos paternos son de ese sitio. Es por eso que Carlos los visita muy seguido. Ve y piensa en todo eso que observa. En la pobreza de aquellos que, al igual que él, tienen anhelos aunque, tal vez, no las mismas oportunidades. Por ello, junto con sus padres, planean juntar ropa y víveres para llevar a ese lugar. A propósito de este Día de Reyes, no está de más tomar como ejemplo a Carlos y su familia, ver a nuestro alrededor y reflexionar en que siempre y en cualquier lugar hay alguien que nos necesita; que es cierto que no estamos solos y que ese espíritu solidario se siembra en nuestra propia familia ¿no creen?
HacesFalta Cemefi
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