¿Te es indiferente lo que ocurre a tu alrededor? ¿o quieres hacer un voluntariado?

19/02/2019

Es verdad que el ser voluntario(a) nace de una necesidad personal de dar sin pensar en recompensas.
Empieza así, con el deseo de dar, pero este comienzo no siempre tiene ni los mismos orígenes ni las mismas finalidades.

Los orígenes pueden variar en una gama que va...
de la conciencia crítica a la caridad, de la curiosidad a la responsabilidad, del querer al deber, de la preocupación al optimismo, de la imitación a la inspiración, de la solidaridad a la empatía, del idealismo al realismo…

Estos y más umbrales dan vida a la inquietud de dar en la persona. Luego ésta se lanza a la primera búsqueda. ¿Por dónde empezar? ¿Qué hacer? ¿Qué hay en mi mismo/a y qué fuera de mí que pueda vincularse a través de un voluntariado?

“Me gustaría hacer algo, algo altruista.
No, no me importa qué, yo sólo quiero ayudar”

Puede que el voluntariado sea desinteresado, pero no puede ser indiferente. Ser voluntario(a) no es sólo realizar una actividad sin recibir pago alguno. La persona voluntaria decide.

¿Dónde pongo mi esfuerzo? ¿Por qué y para qué ahí? Ser voluntario es ante todo, ser intencionado. Según los orígenes serán las respuestas. La finalidad es el principio, el fundamento. Cuando una persona decide y responde a estas y otras preguntas, nace un/a voluntario/a.

La persona voluntaria persigue fines específicos, objetivos. Ejerce su capacidad de decisión, en otras palabras, participa en la transfiguración de los escenarios en los que escucha una necesidad de cambio. Circunstancias, situaciones, realidades que no le son indiferentes, que apelan a su potencialidad de ser voluntario(a).

Si tú sientes que puedes ser voluntaria(o), puedes conocer los voluntariados que existen y qué perfil es más adecuado, también puedes familiarizarte con las Oportunidades de Voluntariado por categorías.

Estas son sólo pistas, las respuestas están en ti.

Fuente: Portal voluntariado www.hacesfalta.org.mx

HacesFalta Cemefi

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