Dinos qué competencias quieres y te diremos qué voluntariado hacer: competencias de autogestión
12/12/2018
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¿Crees que eres una persona con iniciativa a la hora de buscar soluciones para un problema?
Como ya definimos en la primera entrega de esta serie de publicaciones sobre Voluntariado y competencias, las competencias son la capacidad real y demostrada, que tiene una persona, para realizar con éxito una actividad de trabajo, o de voluntariado, específica. A la hora de hablar de competencias tenemos que tener en cuenta ante cuál de ellas nos encontramos. El primer grupo de competencias del que hablamos fue el de las competencias organizativas, y las segundas que vamos a analizar son las competencias que tienen que ver con la capacidad que tiene una persona para realizar su trabajo de forma ordenada y eficaz. Las competencias de autogestión son las competencias que se denominan “ejecutivas”, ya que tienen que ver con la capacidad que tiene una persona para desarrollar un trabajo “eficaz, organizado y positivo en el entorno organizativo en el que esta se mueve”, tal y como explican desde Reconoce. Como por ejemplo, tener la iniciativa a la hora de buscar soluciones para un problema. Basándonos en el estudio de la plataforma Reconoce, 'La situación del voluntariado juvenil ante el empleo: competencias y empleabilidad", una persona con esta competencia es capaz de combinar la eficacia a la hora de tomar decisiones con la capacidad para tomar cierta distancia de los problemas a los que se enfrenta en el día a día, identificando los elementos más simples en situaciones complejas, distinguiendo lo esencial de lo accesorio, y lo prioritario de lo secundario”. - Capacidad y aprendizaje: esta capacidad se hace visible en las personas que son curiosas, y que son capaces de aceptar criticas de una manera constructiva para mejorar. - Flexibilidad: en un mundo que está en constante cambio es importantísimo contar con la cualidad de ser flexible, esto va ligado a aceptar con rapidez los cambios (de espacio, de compañeros, etc.) - Optimismo y entusiasmo: las personas que poseen la capacidad de ver siempre el lado positivo de cada situación, además trabajan para proyectarlo a los demás, y colaboran para que en su entorno de trabajo exista un ambiente agradable. - Iniciativa y autonomía: este punto resulta fundamental, ya que una persona autónoma tiene la capacidad de realizar sus tareas de manera independiente y no necesita una supervisión constante. Además, ante cualquier problema o proyecto una persona resolutiva encontrará una manera creativa de sacarlo adelante. Por supuesto hay muchas formas de desarrollar estas competencias, encontrando voluntariados que se adapten a nuestros intereses y con los que mejoremos nuestras cualidades o aprendamos y desarrollemos algunas nuevas: - Recaudando Fondos tendrás que pensar maneras creativas de llegar a las personas y las empresas para realizar donativos. - Realizando un voluntariado como animador , podrás acompañar a pacientes, inyectarles un poco de optimismo u organizar actividades lúdicas que llenen de alegría. - Acompañamiento a personas que estén viviendo situaciones difíciles, como personas que viven con VIH a quienes puedes echarles una mano con el apego a tratamientos. - Ofreciéndote para realizar algo nuevo,lo que más cuenta son tus ganas de aprender así como cuando te apuntas a un voluntariado con animales ¿Requisitos? Que te gusten los animales. Como ya definimos en la segunda entrega de esta serie de publicaciones sobre Voluntariado y competencias organizativas, las competencias son la capacidad real y demostrada, que tiene una persona, para realizar con éxito una actividad de trabajo, o de voluntariado, específica. Fuente: Portal voluntariado www.hacesfalta.org.mx
HacesFalta Cemefi
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