Discreta la protesta de músicos contra la guerra durante la entrega de los Grammys

25/02/2003

Existían expectativas sobre expresiones a favor de la paz. Sólo Sheryl Crow discretamente se manifestó contra la guerra.
No sólo despegar la incógnita de quiénes ganarían los Grammy era la principal atracción de la cuadragésima quinta entrega de estos premios que se celebraron en el 23 de febrero en la ciudad de Nueva York, sino también cuáles habrían de ser los discursos y la posición de músicos respecto a la posible guerra de Estados Unidos contra Irak.

Este domingo, fecha en la que el mundo musical conmemora el nacimiento de uno de los genios más grandes de todos los tiempos de la música barroca y sin duda padre del oratorio: Georg Friederich Handel; coincidió con la entrega de premios a lo que la Academia norteamericana considera lo mejor de grabaciones musicales durante el año reciente.

En el Madison Square Garden crecía la expectativa de que durante la ceremonia de los Grammys se presentan manifestaciones en contra de la política exterior del presidente George W. Bush. Por ello resultó interesante cómo fue transmitida la ceremonia por televisión, una de las ediciones más cuidadas y largas en la entrega de un sin número de gramófonos para cantantes, compositores y productores de prácticamente todos los géneros musicales.

De esta forma, los televidentes de todo el mundo no pudieron atestiguar las palabras de Bruce Springsteen, “El Jefe” (quien ganara 3 de los grammys en los cuales fue nominado), de quien se esperaba un discurso a tono con el espíritu de The Rising, disco que le valió 5 nominaciones y que a raíz de los sucesos del 11 de septiembre del 2001, en lugar de promover la venganza y la desconfianza de los norteamericanos con otras nacionalidades, hace votos por el reencuentro, la solidaridad y la redención de la humanidad.

En la noche en la que Norah Jones brilló al alcanzar tanto por la interpretación y grabación de su disco 8 grammys, solo la cantante neoyorkina Sheryl Crow fue capaz de “alzar la voz” al presentarse con su en la correa de su guitarra con una visible leyenda “No War”.

A los norteamericanos quizá no les llame la atención esta posible guerra porque no han vivido los horrores de Marte en su propio territorio. Aún cuando las encuestas señalan que cada día más conciudadanos no están de acuerdo con la política de Bush lo cierto es que lo han dejado actuar como quiere al hijo homónimo de un padre quien también tuvo su pleito con el mundo y armó a sus enemigos de hoy, “de tigre, pintito” dice el refrán.

HacesFalta Cemefi

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