El sector filantrópico contribuyó a disminuir el dolor por ataques terroristas
12/09/2002
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Por Emilio Guerra, coordinador de Comunicación del Cemefi.
A un año de los ataques terroristas que sufrieron ciudades norteamericanas, este 11 de septiembre se recordará y honrará la memoria de miles de personas que fallecieron en el World Trade Center, Pensylvannia y Washington. Los nombres de rescatistas, bomberos y policías que murieron en cumplimiento de su deber serán convocados, y con justo mérito, los norteamericanos dirigirán oraciones y ofrendas para ellos. Dentro del drama y horas de angustia que se vivieron, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo, y los posteriores días de zozobra y desaliento, justo es reconocer el trabajo de otros héroes que poco se han mencionado y que conforman una gran comunidad. Estos héroes con su actividad cotidiana han demostrado el valor de su trabajo desinteresado. Son precisamente los miles de voluntarios que colaboran en organizaciones filantrópicas y que con los ataques terroristas fueron ejemplares activistas de la solidaridad. El sector filantrópico norteamericano mostró su importancia en la tragedia, durante las horas de duelo y posteriormente en la rehabilitación. Estas organizaciones prestaron servicios de apoyo fraterno a los sobrevivientes, a familiares que perdieron a algún ser querido y al público en general que necesitó de ayuda psicológica, alimento, techo, trabajo, etc. Miles de voluntarios ayudaron en las labores de rescate, como la Cruz Roja; otras tantas convocaron a la recaudación de fondos y de recursos materiales, otras instituciones no lucrativas ofrecieron todo tipo de ayuda. Un sector filantrópico fuerte y organizado como es el norteamericano pasó la dura prueba que las circunstancias del 11 de septiembre demandó a toda una nación. Tal es el caso de los Ministros Voluntarios de la Iglesia de Cinesiología , una OSC que participó con más de 800 voluntarios en las labores de rescate efectuadas en la llamada zona cero y a nivel internacional lanzó un programa para capacitar a miles de ministros voluntarios. Desde México, un abrazo solidario para quienes perdieron a sus seres queridos en los ataques; un reconocimiento a los héroes: bomberos, voluntarios, policías y rescatistas que en su espíritu de ayuda y cumplimiento del deber perecieron tratando de salvar a otros; y nuestra admiración a todas las personas que participan en forma voluntaria dentro del sector filantrópico norteamericano por brindar su ayuda en momentos tan difíciles para la humanidad.
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