Historias de Voluntariado


Niñez indígena triqui de Oaxaca, morir en el intento o seguir viviendo en el olvido

Autor/a
profr. zuñiga
País
México

Es una historia de profr. zuñiga

LA UNIDAD DEPORTIVA MULT: Como hasta hoy sigue comprometida día con día, a combatir la pobreza, la desnutrición, por una mejor educación por medio de la cultura y el deporte, hemos demostrado una vez más que un libro y un balón de basquetbol pudo mover y abrir más puertas hacia un futuro mejor que las armas, que solo han creado más violencia y no nada más en la región indígena triqui, sino en todo México. Empezamos con 18 comunidades hoy ya son más de 70 comunidades capacitadas y monitoreadas en la niñez. Historias como estas nos encontramos en cada comunidad. ¿No vas a la escuela? Preguntó... y su respuesta fue convincente: "Tengo que cuidar a mis animalitos, acarrear agua, cuidar a mis hermanitos, ir al campo a trabajar". Cuando no está en la mañana en el campo trabajando, acompaña a su mamá en la tarde con la hermana más pequeña envuelta en un "perraje" (manta para cargar a los bebés sobre la espalda). Montaña arriba, a conseguir leña o algún animalito o yerba (quelite) para comer y llevar a casa, cuando termina su jornada empieza su derecho a comer tortillas con salsa, frijol, aquí es algo natural su canasta básica es de tortilla, arroz, frijol, sopa y una vez por semana huevo. Para estos niños, la escuela es un sueño imposible. Desde pequeños trabajan duramente para ayudar a completar el ingreso hogareño o cuando hay hambre las letras no entran, este es un tema que aún no entienden los maestros de la región que reprueban a muchos niños, ya que me han dicho que se sienten incomprendidos y humillados por sus maestros. El estado de pobreza y pobreza extrema en que viven ocho de cada 10 familias indígenas triquis hace de la niñez un potencial económico para la supervivencia. Cada niño entiende que tiene que vivir en el intento y no en el abandono que Mexico les dio. A ello se suma una cultura autoritaria, machista y discriminatoria que visualiza al niño y, más aún a la niña, como seres con mínimos derechos. En las zonas rurales, por ejemplo, la incidencia de la pobreza es casi tres veces mayor que en el área urbana, lo cual se traduce en exclusión social, étnica, económica y cultural. Y aunque es una tradición que desde edades tempranas los hijos ayuden en el campo o carguen pesados bultos de leña, la precaria situación actual obliga a los padres a emplearlos en oficios duros y peligrosos como algo natural. Por esta necesidades y problemas la UDMULT se une para evitar esta problemática dándoles una mejor visión y formas de trabajo desde sus comunidades y lo mejor que es por medio de su trabajo y esfuerzo. Ya no queremos que nuestros niños y jóvenes sean manipulados para abandonar a su familia o comunidades donde por lo regular acaban peor de como salieron. La niñez no escapa a la violencia generalizada que vive la región y el país, al estado de desconfianza hacia las instituciones encargadas de poner freno a lo que ya se considera una epidemia que alcanza a todos los estratos y sectores sociales. Detrás de cada historia asoma la cara de la pobreza con sus tentáculos: desnutrición crónica, más del 60 por ciento de la población fuera del sistema de salud y elevada deserción escolar. Son los grandes olvidados de la agenda noticiosa y también del Gobierno. Y lo peor México le da la espalda a su mayor tesoro, que en buena medida vive y crece excluido e invisible. Con esta unidad deportiva indígena, queremos que sea un ejemplo para todo el país, siendo originales, con ideas claras, teniendo en cuenta las verdaderas necesidades, programas que se adapten a la necesidad de las comunidades indígenas, no programas donde el indígena se tiene que adaptar a ellos, así nunca creceremos, aquí cada integrante de la UDMULT les ayudamos a tener un promedio de 8 general en la escuela, (donde es una obligación) de ayudar en sus casa, a tener algo más en sus vidas, autoridades federales no se vayan por medio de estadísticas, si no por medio de la credibilidad de lo que podrían ver sus ojos si se levantaran un poco de sus escritorios y se atrevieran a bajar un poco más la vista. Hoy los invitamos a que convivan con estos niños indígenas triquis, aquí en el centro de operaciones de la UDMULT, en la comunidad de Santa Cruz Rio Venado, de Constancia del Rosario, Putla Villa de Guerrero, Oaxaca. Aquí les ofrezco hospedaje y comidas, no te digo que la comida será algo como lo que acostumbras pero será algo que se te dará de corazón, ven convive con nosotros, a jugar, entrenar, tienes algo que enseñarnos, enséñanos queremos aprender.

 
 

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