PACO: la mejor de mis experiencias

Autor/a

Maria Fernanda Martinez Lopez

País

México

Es una historia de Maria Fernanda Martinez Lopez

Cuando me enteré de que iba a asistir a una casa hogar como parte de mis prácticas de licenciatura pensé que no iba a poder aguantar tanto tiempo en un lugar asi. Al principio fue difícil, debido a que estos niños son, muchas veces, agresivos groseros, dificiles de tratar, pero conforme fue pasando el tiempo, mi cariño hacia ellos fue aumentanto. Comencé trabajando con los niños de cuarto grado, todavía recuerdo lo difícil que fue acomplarme a ellos, ya que nadie quería a una psicóloga, puesto que para ellos, estar con una psicóloga era sinónimo de estar loco. Pero gracias a mi pequeño y gran amigo Yonathan, quien desde el principio fue quien me recibió con esa gran sonrisa que siempre lo ha caraterizado, tomé fuerzas para ir cada lunes a trabajar con ellos. Poco después logré que los niños me tomaran confianza y me convirtiera en su amiga. Al siguiente año, para mis prácticas clínicas, profesionales y mi servicio social decidí quedarme, ya que esos niños se convirtieron en una parte esencial de mi vida. En este año pude convivir diario con todos y cada uno de los niños y adolescentes de Casa PACO, unos con mayor o menor cercanía, pero les puedo asegurar que todos tienen un lugar súper especial en mi corazón. A pesar de que muchas veces los niños se enojan o griten, sé que dentro de ellos también hay un lugar en su corazón para todos aquellos que hemos trabajado y convivido con ellos. He vivido tantas experiencias con aquellos pequeños, desde hacer tareas juntos, salir de paseo, hasta enfrentar sus problemas emocionales, que ahora los extraño como a nadie he extrañado, ya que mi ciclo como estudiante ha concluido, pero les puedo jurar que toda mi vida voy a recordar con mucho amor a todos aquellos niños que alguna vez me dijeron: ¿Y tú que haces aquí?. Pero sobre todo siempre recordaré a mi pequeño Yonathan, a Humberto, Marco G, David, Marco Antonio, Raul, etc, etc, etc. Todos ellos marcaron mi vida y mi corazón.