Voluntaria en la India

Autor/a

Josefina Cruz

País

Chile

Es una historia de Josefina Cruz

"Soy Josefina Cruz, de Chile, en Sudamérica y quiero contar mi experiencia en Bal Ashram. En 2006, decidí viajar a la India porque quería aprender acerca de su cultura y encontré un modo de ayudar en su pobreza. En mi país soy maestra de escuela primaria, por tanto decidí trabajar en un voluntariado para la educación de los niños pequeños en la India. Mediante una agencia de viajes, contacté con un voluntariado hindú, ahí comencé a platicar con Vinod Meena, un hombre que me dio todos los detalles acerca de este proyecto e incluso se ofreció a recibirme en Jaipur y ayudarme con todo lo que podía necesitar. Llegué a Jaipur el 10 de febrero y Vinod Meena estuvo ahí por mí. Fuimos a comprar el material necesario para mi trabajo, mismo que ya llevaba planeado. En Jaipur puedes comprar papel, lápices pegamento, calcomanías, etc. Si quieres llevar unas cosas desde tu país pueden ser algunos juegos, dibujos, películas o CD´s. Saliendo de Jaipur, viajamos 90 km. Llegamos a una pequeño y hermoso poblado. En este lugar fuimos recibidos por gente muy agradable que me explicó todo acerca del proyecto y del trabajo diario. También me dieron información sobre el trabajo infantil en la India y en otras partes del mundo, para entender así el significado de este interesante proyecto. Después me mostraron todo el lugar, mismo que contaba con una biblioteca, hermosas habitaciones para los voluntarios, para las maestras y para los niños, la cocina y el salón de clases. Cada lugar es muy agradable, limpio y seguro. Estuve en Bal Ashram sólo una semana y fui la única voluntaria durante ese tiempo. Realmente me sentí muy cómoda y tuve una experiencia increíble con la gente que trabajaba en ese lugar. A los niños les enseñe Inglés Básico a través de la elaboración de manualidades y mediante cantos y juegos. Estas actividades fueron con los niños pequeños, les gustaba mucho realizar distintas actividades creativas. Y es bueno trabajar en pequeños grupos ya que aprenden a compartir el material entre ellos y a dividirse el trabajo por hacer. Yo trabajé con los niños más chicos, pero puedes quedarte con los demás niños, estando con ellos en sus clases de yoga, en el desayuno, jugando por las tardes, cocinando ´chapatti´ y compartiendo la comida o la cena. Fui muy afortunada porque conocí al abuelo Dada Ji in Hindi, un hombre de setenta y cinco años que trabaja en este lugar y que cada día, durante dos horas, me enseño el idioma, fue así como pude comunicarme con los niños en las clases. Tomábamos té masala en el templo Jain y platicábamos mucho sobre la vida, la religión y la cultura. Si quieres puedes visitar una escuela que está muy cerca o el día domingo (el día de descanso) puedes observar el pueblo, escalar algunas montañas o visitar templos. Si visitas Bal Ashram sé que tendrás una gran experiencia que te hará una mejor persona y que te enseñara mucho sobre el verdadero significado de la vida. Es muy agradable participar en un programa de voluntarios que ayuda a evitar el trabajo infantil y estoy segura que cuando tengas este tipo de experiencia nunca dejarás de ayudar en distintas partes del mundo. Gracias por todas estas oportunidades". Experiencia obtenida en: http://www.volunteeringinindia.org Traducción: Blanca Ramírez, CEMEFI