¡Fui Voluntaria en México!
- Autor/a
- Delaney Keyes
Es una historia de
Delaney Keyes
"Podría decir que durante los dos últimos años he recibido más besos y abrazos que cualquier otra persona durante toda su vida. Esto no es para decir que había algo terrible en mí, es sólo que esos años los pasé en Miacatlán, México en la casa NPH.
Durante mi primer año trabajé en un kinder, cuidando a los 20 niños más pequeños del lugar. Por supuesto, podrán imaginarse que cuidándolos desde que salía el sol hasta que se ocultaba, era una enorme oportunidad para darles tiempo y afecto que tanto estaban necesitando.
Como cuidadora de niños, tuve la oportunidad de conocerlos a través de sus "primeros" en todo: primer día en la casa, primera vez que tomaron una lección de natación, primeros días en pre-escolar y jardín de niños, cuando aprendieron sus primeras letras, números, colores y muchos otros bellos momentos.
Estos niños, a pesar de las condiciones tan difíciles que han vivido, nunca se olvidan del inmenso amor que tienen para dar.
Esto también ocurre con las niñas más grandes; con ellas trabajé durante mi segundo año. Bien es cierto que alguien de 16 años muestra de forma distinta su afecto, que alguien de 4 años, pero al igual son relaciones especiales e importantes.
Pude caminar mano con mano con los niños, platicar sobre la escuela, sobre sus amistades, sobre sus sueños y sobre la vida.
Cambiar de mi trabajo voluntario en México a mi nuevo trabajo en Estados Unidos ha sido uno de los más grandes cambios que he experimentado.
Sigo pensando en los niños con quienes trabajé cada día.
Tengo sus dibujos en mi oficina y probablemente mis amigos y compañeros de trabajo se aburren de todas las historias que tengo para contarles, pero es parte de todo y justo en este momento estoy planeando una segunda visita a Miacatlán para saludar a mi segunda familia".
Experiencia obtenida en:
www.nph.org
Nuestros Pequeños Hermanos
