Historias de Voluntariado


No es tan difícil colaborar

Autor/a
Jaime Ledesma del Busto
País
España

Es una historia de Jaime Ledesma del Busto

Hacía tiempo que deseaba colaborar en un proyecto de voluntariado. Después de conocer Ecuador Volunteer y entusiasmarme con la idea de colaborar con ellos durante un par de meses en Quito, me propusieron hacerlo en el Centro de Recuperación Pedagógica. Se trataba de un proyecto de seguimiento terapéutico a familias, centrando la atención sobre todo en las necesidades de los niños. En un principio nos asustaba, no sabíamos si seríamos capaces de poder ayudar en algo tan importante, pero resultó ser más fácil de lo que parecía. Los mismos familiares ayudaban mostrando claramente lo que necesitaban, o a veces, únicamente necesitaban ser escuchados. Sólo desahogándose encontraban una alternativa como posible solución al asunto que les inquietaba. Respecto al trabajo con los niños, ha sido necesario crear un programa más definido e intentando que cumplieran un horario, para que el trabajo fuera constante. La mayoría de ellos necesitan apoyo psicopedagógico, algunos muestran dislexia, déficit de atención con/sin hiperactividad (TDA-H), otras dificultades de lectoescritura, algunas dificultades en el habla con necesidad de tratamiento logopédico (dislalia, disfasia, tartamudeo...), y en algunos casos, se añadían problemas de conducta y comportamiento. No es tan difícil colaborar en un proyecto así, sé que suena más de lo que en realidad es (aunque no por ello deja de ser importante; en cierto modo, el futuro de esas personas depende un poco de nuestra mano). Únicamente, es necesario tener energía, cariño, ganas de trabajar y sobre todo mucha PACIENCIA. Si estás dispuesto a ofrecer esta fórmula, está todo hecho. Después, con un simple pequeño logro, el éxito está garantizado... sin hablar del cariño que recibes y las iluminadas sonrisas de los niños de tu alrededor, que te van guiando el camino del trabajo a realizar... El contacto con las familias ha sido maravilloso, he vuelto a España cargado del cariño que todos ellos me han dado: padres e hijos, profesionales del centro y otros voluntarios, compañeros de nuestro “hogar” y gente que veíamos a diario por las calles... Mi idea inicial era acudir a Ecuador a enseñar a los niños todo lo que pudiera, y ofrecer a las familias todo lo que estuviera en mi mano... He debido de ser algo egoísta, porque soy consciente de que he aprendido más de lo que he enseñado, he recibido más cariño y amor del que he entregado, he vivido una experiencia más intensa de la que yo podía imaginar, y que jamás hubiera sabido cómo invitar a alguien a vivirla... En definitiva, me llevo más de lo que he podido dar. Os animo a todos a comprobar que esto es –y siempre será- cierto!

 
 

OPORTUNIDADES

Visita hacesfalta.org.mx empleo

PUBLICIDAD