Un estilo de vida que no quisiera abandonar.
- Autor/a
- Ulises Palmillas González
Es una historia de
Ulises Palmillas González
Considero, aquellos que dedicamos un tiempo de nuestras vidas para compartir con terceros, a los que sabemos necesitados en algún aspecto, tenemos una historia común en nuestro pasado que nos conduce a buscar el bienestar de estas personas a partir de nuestras labores.
Comparto la preocupación no solo de personas afectadas en algún sentido en específico. Esta inquietud que me lleva a realizar voluntariado recae sobre las condiciones generales en que vive nuestro país. Las diversas condiciones sociales que viven diversos sectores de la sociedad me empuja a acompañarlas, a encontrarlas y conocer sus necesidades apremiantes.
El apoyo que yo pueda brindar sé que no será suficiente para satisfacer en lo más mínimo siquiera un sector de la población, de los tantos que carecen de las condiciones necesarias para una vida digna. En un futuro es mas que probable envolverse en el ambiente laboral y alejarse de esta actividad; no es mi deseo desatender los ideales que me llevan colaborar con otras personas, muy al contrario, la experiencia que ofrece el voluntariado amplia los horizontes para realizar acciones desde el lugar en que se labore, incluso brinda las ideas concretas para la creación de fuentes de empleo enfocadas a solucionar problemas específicos en la sociedad.
Una de las primeras labores a las que me incorpore es el voluntariado de acompañamiento a personas que viven con VIH. Los principales problemas que viven estas personas son el abastecimiento de las medicinas indicadas, así como el abandono de sus familiares. En el grupo Unisida buscamos acompañar a estas personas, ya sea que se encuentren en el hospital civil o en una casa de asistencia (Mesón de la misericordia), lugares en los que se hace lo posible por la atención médica; Nuestro acompañamiento a las personas tiene la intención de compartir un momento en el que ellos pueden expresar lo que deseen, conversar y apoyar moralmente en el proceso de la enfermedad y el estigma social que esta trae.
El significado de este acompañamiento para el voluntario depende en gran parte de la actitud de la persona que se acompaña, de manera que la visita puede ser gratificante para ambas personas, o solo para una de ellas. Cuando ambas personas se entienden es posible aprender mucho una de la otra por medio de sus experiencias. Comprender la enfermedad misma y los efectos que trae consigo para la familia y la sociedad. Uno de los aspectos que como voluntarios observamos es el abastecimiento de medicinas indicadas para el VIH, rasgo que nos lleva a comprender la importancia de la generación y distribución de estas, desde la investigación necesaria para el desarrollo de las mismas, como su comercialización y demás aspectos legales.
Otro voluntariado en el que he participado es en las Brigadas de Observación Civil por la Paz, en Chiapas. En enero de 1994, el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, se alza en armas tomando varias cabeceras municipales del estado de Chiapas. La primera respuesta del ejercito federal fue el contraataque, posteriormente se busca el dialogo entre ambas partes, proceso fallido al no haber atención a las demandas del pueblo indígena (Acuerdos de San Andrés Larrainza). Posteriormente el ejercito federal crea una guerra de baja intensidad, donde existe el hostigamiento constante por parte de fuerzas publicas y organizaciones paramilitares creadas por el ejercito federal. En esta guerra de baja intensidad se ven perjudicadas comunidades indígenas que nos son bases de apoyo del EZLN (Acteal, diciembre de 1997), siendo agredidas constantemente se ven obligadas a abandonar sus casas y tierras de cultivo, dando lugar al desplazamiento de miles de personas y la creación de colonias (San Juan X’oyep) en las que las condiciones de vida son aún mas precarias que donde residen.
A raíz de las violaciones a sus derechos, que sufren las comunidades indígenas, se crean Brigadas de Observación Civil, en las que personas externas al movimiento social, político y militar, asisten a las comunidades y colonias que son afectadas por esta guerra de baja intensidad. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casa organiza en parte estas brigadas. Pidiendo a los voluntarios-brigadistas una relataría de los sucesos acontecidos en las comunidades que visitan, durante su estancia, así como un informe sobre sucesos acontecidos con anterioridad. El trabajo del Centro de Derechos Humanos al recabar información de las transgresiones ocurridas es atender en lo posible a las victimas y demandar el suceso a los responsables.
En mi primera visita al estado llegamos hasta la comunidad de Miguel Utrilla los Chorros, en la cual se crea el grupo paramilitar que realiza la masacre de Acteal, el mismo grupo paramilitar amenaza a los habitantes de Los Chorros, tras esto, decenas de familias parten hacia San Juan X’oyep en busca de refugio. Pasado el tiempo las familias regresan, aún con el temor de las represalias de aquellos que conservan sus armas obtenidas a partir de la creación de los grupos paramilitares, por lo que el ambiente en la comunidad constantemente se vuelve hostil. La Sociedad Civil de las Abejas pide el apoyo del Centro de Derechos Humanos, en San Cristóbal de las Casas. Las personas adjuntas a las Abejas se organizan para crear una escuela en la cual se enseñen las costumbres y cultura de sus raíces, así como una educación orientada al fomento de la paz y ejercicio de los derechos humanos. Por otra parte construyen una pequeña casa, campamento en que se hospedan los brigadistas que llegan a la comunidad. Dependiendo de las fechas, el Frayba manda brigadistas a la comunidad, de manera que puede haber meses en que continuamente estén entrando y saliendo grupos de brigadistas, así como meses en los que no llegan. La comunidad en general se siente con mas tranquilidad los días que hay brigadistas en el campamento, así lo relatan las personas que atienden a los brigadistas. Las actividades de los brigadistas se enfocan en gran medida a convivir con las personas, platicando de las cosas que han vivido y que suceden en la comunidad, los niños tienden mucho a buscar a los brigadistas para jugar con ellos, los invitan al río, a hacer juegos comunes de la comunidad, así como el gusto por aprender nuevos juegos y canciones. Otra de las actividades que se comparten es la cosecha de café a finales de año. Esta última es la actividad básica de la cual depende el sustento de la comunidad, así como la cosecha de maíz. La búsqueda de seguridad se vuelve primordial cada vez que las familias van a cultivar o cosechar sus tierras, la mayoría de las familias cultivan en tierras que están a una considerable distancia de su comunidad, internándose en la selva, esto da pie al robo o amenazas en el trayecto hacia las tierras de cultivo.
Las comunidades indígenas mantienen una estrecha relación con su entorno, esto es, la naturaleza misma: árboles, ríos, animales, cultivos, tierra, lluvia, así como las estaciones del año. La visión que tienen de la naturaleza respecto a la que mantenemos las personas que habitamos en ciudades, incluso en poblaciones donde la tecnología y el desarrollo se hace presente, es muy distinta. Ellos dependen del equilibrio ecológico del lugar que habitan, se vuelven parte de este, de otra forma sus cosechas (uno de los principales sustentos) se verían afectadas. No esta, entonces, dentro de nuestras capacidades enjuiciar las formas de vida que lleven las comunidades indígenas. No es posible que alguna persona, o un gobierno decida que es lo que necesitan las comunidades indígenas. Son ellos los que dirán que es lo que nosotros podemos hacer para ellos; no necesitan de seguridad si no se siembra en ellos la discordia, no habría pleitos por tierra o agua si la repartición fuera justa. Estas son algunas de las perspectivas que se alcanzan a comprender desde los indígenas al convivir con ellos en circunstancias de riesgo para ellos, cuando la compañía es un paliativo para las amenazas que reciben.
Estos son los casos que se exponen en base al voluntariado realizado a partir del conflicto en una entidad (Chiapas), que comprende a sus habitantes, ¿es esto el indicio de problemas sociales y económicos en el resto de las entidades federativas de nuestro país? ¿o solo un caso aislado? La invitación es a buscar información e ir mas allá, vivir lo que se dice es noticia, encontrar el inicio de esta y compartir con quien la inició como un problema suyo y saberse involucrado en la sociedad que vivimos, comprendiendo que nada es un caso aislado.