En la Reserva de Maquipucuna, en Ecuador
- Autor/a
- Iris Gronau
Es una historia de
Iris Gronau
Trabajé como voluntario en la Reserva de Maquipucuna por 5 semanas en el verano del 2001. Fue una de las mejores experiencias de mi vida.
Cuando fui a la Reserva por primera vez me costó un poco adaptarme al ambiente y al estilo de vida. Durante mi estadía, hice muchas cosas diferentes. Desde el principio me encargué de un proyecto de otro voluntario, llamado "Proyecto Guadua" en el cuál tenía que ir al bosque a cortar árboles de Bambú en cuatro horas específicas del día. Trabajé en este proyecto dos o tres veces a la semana y los otros días ayudaba a reparar algunas gradas y al final enseñé Inglés a los guías y a los niños.
Ahora, que he regresado, me doy cuenta del gran impacto que tuvo en mi la estadía en Maquipucuna. He cambiado como persona y mi manera de pensar es diferente.
Uno de los mejores recuerdos que tengo sobre la Reserva es la gente. Todos los miembros de la Reserva; guías, trabajadores de la cocina u otros, fueron amigables y siempre estaban de buen humor. No solamente mejoré mi Español al hablar con ellos, sino que además pude conocer un mundo totalmente diferente. El estar en contacto con la gente de las comunidades fue una experiencia interesante. Muchos fines de semana fui para allá para jugar fútbol o simplemente para disfrutar.
Después de los primeros días de mi estadía en Maquipucuna, cuando ya me acostumbré a la naturaleza, a los insectos y a la oscuridad de la noche, empecé a amar todo esto y en realidad fueron las semanas más interesantes, locas y felices de mi vida.
Experiencia obtenida de
C H O C O A N D E S