Egresado por el Mundo!
- Autor/a
- María Magdalena Rojas Bravo “Mane”
Es una historia de
María Magdalena Rojas Bravo “Mane”
Recién egresada de Ingeniera Comercial, María Magdalena Rojas Bravo “Mane”, viajó por un año a Padre de las Casas, en República Dominicana, para trabajar como voluntaria en la Fundación América Solidaria.
Regresó en enero pasado y se incorporó como Subdirectora a dicha organización volcando su experiencia en la creación de nuevos proyectos, de buscar nuevas fuentes de financiamiento, de velar por las finanzas y hacer un seguimiento a los voluntarios en Haití, República Dominicana y Argentina.
Me titulé el 2003 y cuando salí quería hacer algo distinto. Postulé a la Fundación América Solidaria (www.americasolidaria.org ) para un proyecto de trabajo voluntario en República Dominicana. En enero de 2004, me fui con otros dos chilenos a Padre Las Casas, un pueblo cerca de la frontera con Haití, a trabajar en la Fundación local "Sur Futuro" (www.surfuturo.org).
¿Qué me motivó a ser voluntaria?
Siempre he pensado que hay que ser agradecida de la vida, de las oportunidades y por todo lo que tenemos. Creo que uno tiene el deber de hacer algo por superar la pobreza en el mundo. No basta con decir: “qué terrible es la pobreza", sino que hay que pensar “qué puedo hacer yo para aportar en algo” y bueno, aportar un año trabajando en un lugar en que lo necesitan es una alternativa que me llamó mucho la atención.
Dejar la familia, los amigos y la "vida" de Chile cuesta un poco, pero en mi caso, y en de los otros voluntarios que vivieron conmigo, cuando llegas te das cuenta de lo maravilloso que es y el costo de dejarlo todo se compensa rápidamente cuando empiezas a conocer tu nueva vida.
Mi vida fue muy especial. Pocas veces teníamos luz y el agua había que juntarla en unos baldes grandes cada vez que llegaba. Los tres chilenos vivíamos juntos en una casa, sin grandes comodidades, sólo lo básico: camas, una mesa y tres sillas. Pero éramos súper felices!.
Proyectos realizados
Trabajé en 3 proyectos, donde la formación profesional que recibí en la UDP fue fundamental.
El primero es de Microcréditos, donde gestionábamos préstamos a microempresarios para que tuvieran sus propios negocios. Tuve que usar muchos de mis conocimientos en contabilidad y finanzas para hacer inventarios, hacer estados de resultados, balances y calcular ratios. Fui la única persona que trabajaba en esta área, por lo tanto, todo era mi responsabilidad.
También estaba a cargo de una Biblioteca que la Fundación aportó al pueblo. Me preocupé de organizar eventos culturales; hacía clases de pintura para los niños, talleres de lectura y escritura, charlas educativas, exhibición de películas y más. La idea era traer la cultura, de diferentes maneras, a los niños.
Me sirvió mucho lo aprendido en marketing, porque me tocó hacer la campaña publicitaria de la Biblioteca y confeccionar los afiches. Además, se realizó una feria Ecoturística en el país y tuve que diseñar toda la publicidad de mi pueblo.
Y por último, participé en un proyecto nuevo de Apadrinamiento de Escuelas. Partimos con dos escuelas y organicé talleres de capacitación para profesores y directores. Grandes tareas, a veces con pocos recursos, pero con resultados increíbles.
Hay mucho que hacer
La Universidad siempre motivó el trabajo social, participando en trabajos de invierno, construcción de mediaguas, campañas de recolección y muchas otras. Sin embargo, con la experiencia que me ha tocado vivir, creo que hay mucho por hacer. Se debería incentivar más experiencias de trabajo como ésta, porque hay muchas personas que no saben de la existencia de América Solidaria y otras alternativas similares.
Todo lo que he aprendí es tan lindo e importante que compensa cualquier costo. Me ayudó a darme cuenta que hay cosas que parecen básicas y fundamentales para vivir, pero una vez que no las tienes, te das cuenta que en verdad no son básicas, y que millones de personas viven así, sin ellas, en peores condiciones, y son felices.
Personalmente, le recomiendo a todas las personas vivir lo que me ha tocado a mí, es lo más lindo que he hecho. Volví a Chile el 15 de enero del 2005 y unos días antes llegaron otros voluntarios a reemplazarnos. Es una tarea social que nunca termina.
¿Por qué seguí trabajando en América Solidaria?
Desde que conocí América Solidaria, me fui involucrando cada vez más. Cuando fui voluntaria conocí más a fondo en qué consistía realmente la Fundación, me fui enamorando del proyecto y me di cuenta de que quería seguir perteneciendo y trabajando con las comunidades más necesitadas de América. Ahora de una manera diferente, ayudando a captar recursos y voluntarios para que los cerca de 40 voluntarios que fuimos a Haití, República Dominicana y Argentina, se unan más, y lograr de esta manera globalizar la solidaridad.
Si como Mane, tú también tienes algo que contarnos, anímate a enviarnos tu testimonio que puede orientar, motivar e informar a otros ex alumnos que desean vivir una experiencia como la tuya. Nosotros lo publicaremos en nuestro sitio web. Si tienes fotos, muchísimo mejor!