Aprendiendo a Compartir
- Autor/a
- María Eugenia Ramírez España de Guajardo
Es una historia de
María Eugenia Ramírez España de Guajardo
Nací en Amealco, Qro., en el año de 1947. Soy hija de un matrimonio bien conformado, soy la cuarta hija de nueve miembros de la familia.
En el año de 1952, mis padres tuvieron la necesidad de emigrar a la capital, en busca de una mejor forma de vida, aquí tuve la oportunidad de asistir a la escuela donde sólo curse el 3er. año de primaria. Ya no tuve la oportunidad de seguir estudiando pues tuve que ponerme a trabajar para ayudar a mis padres.
A los 10 años estaba trabajando con un matrimonio el cual ya no me mando a la escuela por falta de tiempo, a los 12 años cambié de trabajo, me fui con otra señora que tenía una tienda de abarrotes y fue donde aprendí a trabajar el comercio hasta que me casé. De este matrimonio tuve una hija, pero mi matrimonio no duró mucho tiempo porque no supe elegir a la persona indicada, pues a los pocos días de mi matrimonio me di cuenta que esa persona ya había sido casado con 5 hijos, por ese hecho me sentí morir de desilusión.
Sin embargo, logré superarlo, mi embarazo me ayudó mucho para resistirlo, fue mi hija la que me sostuvo y me fui recuperando de la desilusión, ya que por ella tenía que salir adelante. Comencé a trabajar en una pequeña tienda que puse por mi cuenta, trabajé mucho con el fin de salir adelante.
Más tarde, por medio de personas que asistían al Centro Educativo Integral
Voluntariado Bancomer, me decidí asistir a estudiar para seguir superándome. Vi la oportunidad de poder seguir estudiando la primaria y la secundaria abierta. Después me llamó mucho la atención el taller de carpintería en donde logré hacer parte de mis muebles que me hacían falta y lo logré, motivo por el cual me siento muy feliz por haber aprendido ese oficio. He ido comprando herramientas y ya tengo una sierra de mano, un banco de trabajo y otros artículos que me sirven cuando deseo elaborar algún mueble.
Seguí tomando otras clases en otros talleres, por ejemplo: corte y confección, cultura de belleza, gelatina artística, repostería, conservación de alimentos y repujado. Pero yo sentía que todavía me hacía falta algo, algunas clases para superarme interiormente, una clase que cambiaría totalmente mi persona, que me hiciera más humana, que pudiera darle algo a los demás, como las voluntarias lo hacen en este Centro. Fue cuando me decidí a tomar la clase de Superación Personal, con la maestra Cristy, por medio de su clase compartí algo de lo que yo había aprendido y puedo decir que hora si me siento satisfecha, superada, pues he logrado lo que deseaba: ser útil a los demás.
Actualmente estoy dando clases en los talleres de Repujado y Cultura de Belleza, se me asigna un sueldo en Belleza y soy Voluntaria en Repujado. He continuado por mi cuenta estudiando cursos de Cultura de Belleza y estoy trabajando en el ramo, también ayudando a otras personas dándole un empleo digno.
Gracias a Dios ya que tuve la oportunidad de contar con un lugar tan completo como el Centro Educativo Integral y en donde colaboran personas tan maravillosas que se preocupan por el bienestar de los demás, he logrado muchos triunfos personales.
También cuando vienen voluntarias a capacitarse del interior de la República, he ofrecido mi casa, que es chiquita pero muy bonita, ahí recibo a una o tres personas, se les da alojamiento y alimentación, esto me ha permitido conocer a muchas personas buenas que también desean hacer algo por los demás, me han invitado a sus casas, pero por ahora no he podido ir pues estoy atendiendo mi Salón de Belleza.
Deseo agradecer a las personas que se toman la molestia de pensar en otras gentes que no tuvieron la oportunidad de realizarse, verdaderamente aquí en el Voluntariado BBVA Bancomer encontramos muchos cursos para ser cada día más productivas.
¡Gracias otra vez por la oportunidad que me dieron!