Historias de Voluntariado


Una buena "dosis"

Autor/a
Cecilia Chong Gonzalez
País
México

Es una historia de Cecilia Chong Gonzalez

El servicio social es un tema, objetivo y requisito para poder titularnos y suena a desarrollo profesional y experiencia laboral, pensamos y esperamos hacerlo en la típica y difícil empresa privada de consumo como P&G, y que con un poco de suerte nos podremos colocar y permanecer trabajando en dicha empresa, pero por algunas circunstancias la mayoría no lo podemos hacer en estas empresas taaaan demandadas. Alguna de las razones es por no contar con otro idioma específicamente el ingles, o porque la mayoría ya trabajamos antes de concluir todos los créditos de la carrera (se los recomiendo porque es típico que uno piensa e idealiza que al salir de la carrera es fácil encontrar trabajo y es todo lo contrario y un punto a nuestro favor es precisamente la flexibilidad del horario de UNITEC que te permite contar con la experiencia laboral y es un buen punto a nuestro favor) y pues nos orillan a tomar opciones que en un principio no suenan tan motivantes después de idealizar la empresa transnacional. Pero pues como lo mencioné es un requisito para titularnos, por lo que nos vemos obligados a escoger una opción de la larga lista de asociaciones civiles en las que podemos participar, así que después de analizar actividades, afinidades, direcciones etc etc Me decidí por una asociación que se llama “Con Ganas de Vivir” , así empecé con esta historia de apenas hace 5 fines de semana, el primer fin de semana fue un poco desconcertante ya que me la pase haciendo compañía a mujeres que tienen leucemia (es una enfermedad impactante por su nivel de inestabilidad, pueden estar bien y a los cinco minutos están muy graves, es una enfermedad muy costosa por lo que se necesita dinero y sobre todo mucho apoyo moral de sus familiares por el impacto en el estado físico del paciente). En un principio pensé que solo era eso hacer COMPAÑÍA a pacientes con leucemia y a simple vista es solo eso, pero inmediatamente me di cuenta que para ellas es mas que una simple compañía, para ellas es distracción, es poder platicar con personas diferentes a las enfermeras, doctores y hasta la compañera de al lado, es sentirse importantes, escuchadas, tomadas en cuenta y un simple detalle les puede alegrar el momento, así que puedo decir que cada fin de semana ayudamos a otras personas. Pero lo que en realidad quiero platicar es que cada fin de semana que paso en el hospital recibo una dosis de reflexión, aunque suene trillado valoro cada día, desde los cubiertos para comer hasta obviamente la salud. A veces nos enfocamos en cosas triviales, como la presión del trabajo, los problemas con la familia, tal ves las deudas, si subí o baje de peso etc, y desaprovechamos esos minutos e inclusive horas o días en quejarnos, lamentarnos o preocupamos en ves de ocuparlo en disfrutar de nuestra salud, de poder estar estudiando, de trabajar, de reír, de los amigos, de la familia, de poder salir a la calle y no estar en un hospital, así que considero que es una oportunidad que nos da “Con ganas de vivir” para ayudar moralmente a muchos pacientes y el hospital y los pacientes nos dan una dosis de reflexión. Cecilia Chong

 
 

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