Chester Sewko, hombre de gran corazón agradecido
- Autor/a
- María Eugenia Ramírez España de Guajardo
Es una historia de
María Eugenia Ramírez España de Guajardo
Después de un largo sufrir en los campos de trabajos forzados y de recorrer Persia e India, país que los había acogido por algún tiempo, un grupo de mil 500 Poloneces llegó a México.
El recuerdo de aquel día se gravó profundamente en sus corazones ya que sintieron el calor y el cariño con el cual los habitantes de León, Guanajuato recibieron a los desterrados.
Entre aquellos polacos estaba Chester Sawko, un niño que entró a la secundaria y estudió con gran entusiasmo. El destino lo llevó a Estados Unidos, a Chicago donde siguió estudiando pero su ingenio e inquietud lo llevaron a inventar un pequeño resorte que hábilmente lo patentó y poco a poco desarrolló un gran negocio.
La fortuna le sonrió, pero el recuerdo del pasado que anidaba en su corazón hizo que pensara en México con gran cariño y por eso decidió agradecerle a la tierra que lo había acogido con tanto cariño.
Así que en el año 2001, Chester inauguró una Clínica Stella en Marfil, Guanajuato poniéndole el nombre de su esposa. Además, puso la primera piedra de una escuela de 12 aulas en León, Guanajuato que se inauguró el siguiente año.
Pero la gratitud del Sr. Chester Sawko no paró aquí. Visitó la Hacienda Santa Rosa en León, Guanajuato, donde radicaban los polacos a su llegada a León, Guajuato, y programó una misa de acción de gracias en la Capilla de la Ciudad del Niño Don Bosco, Ex Hacienda Santa Rosa, oficiada por el Presbítero Antonio Martínez, quien tiene a su cargo a 200 menores sin hogar.
Después, durante la comida se enteró de todas sus necesidades y se comprometió a ayudar con la alimentación de cada mes y a construir un centro deportivo para el desarrollo de los niños que habitaban ahí.
Con el apoyo de una servidora, les dijo: "Así como están ustedes niños, así estábamos nosotros, quizá peor porque estábamos desterrados y no teníamos a dónde ir. En este mismo lugar estudiábamos y jugábamos, pero el destino nos dispersó por el mundo.
"El Sr. Sawko se fue con su familia a Chicago. Allá siguió estudiando, trabajó arduamente hasta que llegó a tener lo que tiene y ahora puede ayudar a los que necesitan. ¿Y por qué tiene? Porque estudió, porque trabajó honradamente. Jamás se dedicó al vicio, sino a su meta que fue tener un negocio para no volver a tener hambre y poder ayudar a los que sufren.
"Pensó en México porque es donde sintió la acogida en su largo peregrinar por el mundo, porque su corazón se llenó de amor por este lugar de recuerdos de su niñez y siente amor a su querido México como él lo llamó".