Dar albergue a niños en situación de vulnerabilidad, mientras la autoridad u organismo gubernamental correspondiente decide su situación definitiva. Brindar atención espiritual, médica y psicológica a los niños, así como cubrir sus necesidades de alimentación, vestido e higiene. Proporcionar una educación integral fundamentada en valores. Realizar un trabajo preventivo para evitar escenarios de violencia y abandono.