Brindar atención, de manera integral, a la población indígena y migrante de la ciudad de México, principalmente a la que vive en condiciones de pobreza y pobreza extrema, para contribuir en el mejoramiento de sus condiciones generales de existencia, a través de la apertura de espacios de participación en el conjunto de la sociedad civil, académica y religiosa; fomentando primordialmente la formación en temás como derechos humanos, salud, identidad, entre otros.