Centramos nuestro apoyo en cinco áreas: garantizar la seguridad frente a los daños, mejorar la salud, aumentar el acceso a la educación, mejorar el bienestar económico y garantizar que las personas tengan el poder de influir en las decisiones que afectan a sus vidas. En todos nuestros programas, abordamos las necesidades específicas de las mujeres y las niñas (que representan la mayoría de los desplazados) y los obstáculos que impiden el progreso en todos los lugares donde trabajamos.