•Cuidar que los beneficios que se repartan tengan un efecto positivo de largo plazo. •Procurar recursos líquidos o en especie que, a través de una impecable administración, se asignen a proyectos que aporten relevantes beneficios a las comunidades a las que se entreguen. •Desarrollar y mantener una red de contactos y de acción conjunta con instituciones similares para fortalecer actividades comunes, así como apoyar el nacimiento y desarrollo de nuevas entidades filantrópicas.