La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), establecida en 1951, desempeña dos funciones principales: dar protección internacional a los refugiados y tratar de encontrar soluciones duraderas a sus problemas. Para responder eficazmente al actual problema de los refugiados, el ACNUR ha adoptado una estrategia triple de prevención, respuesta en emergencias y soluciones. El ACNUR se orienta por consideraciones estrictamente humanitarias a prestar ayuda a los refugiados y a otras personas de interés para la Oficina, y vigila que sean protegidos contra la discriminación, las detenciones y las expulsiones ilícitas, y disfruten del derecho al trabajo, la educación, la propiedad y la libertad de circulación, así como el libre acceso a los tribunales en los países de asilo.